Algunos concejales toman distancia del jugoso negocio que significa destruir un cerro declarado de preservación ecológica.
En efecto, en el concejo del viernes 19 la concejala Carmen Gloria Iracabal solicitó, enérgicamente, esclarecer el escándalo de la explotación del cerro La Colorada.
Fue de una u otra forma, secundada por los concejales Eduardo Astorga, Marco Quintanilla, Alejandro Hormazabal y Maite Birke que presidía la sesión.
En esa oportunidad se dijo que los que explotaban este cerro habían habilitado otro camino para burlar la clausura. Se le preguntó al Alcalde (s) Eduardo Bravo si se había autorizado una nueva faena y éste contestó que nada se había autorizado.
Si los concejales siguen con su loable labor de fiscalizadores, para lo que fueron mandatados por los electores, pronto la comunidad sabrá la verdad de este pingue negocio que, a vistas claras, hay “personajes importantes” involucrados.