Vivo en la Comuna de San José de Maipo y por supuesto mis conocidos me envidian por estar en contacto con la Naturaleza, respirando aire puro, sintiendo el paso del río, el susurrar del viento y contemplando el cielo estrellado la mayoría de las noches. Yo pensaba lo mismo cuando llegué. Creía que iba a reencontrarme con un jardín lleno de vida: mariposas, gorriones, chincoles, diucas, zorzales, abejas, chinitas, como las del jardín de la casa de mis padres en calle Rancagua con Condell, en Santiago, o en la visita a casas de campo en mi niñez.
La triste realidad es otra. Sobreviven algunos zorzales, tórtolas, queltehues, tiuques y tordos. Pocas lechuzas se escuchan durante el día alimentando a sus polluelos en lo alto de los eucaliptos. Escasos murciélagos aparecen al anochecer. Unas pocas aves nativas y conejos. El río Maipo contaminado y sin peces. Un par de mariposas a veces aparecen y abejas cada vez menos, Chinitas una al año, si acaso. Una culebra regalona desapareció. El Proyecto Alto Maipo ha derribado decenas de miles de árboles nativos. Ayer contemplábamos con un vecino su precioso jardín y conversábamos sobre lo desierto de insectos y aves. Impresionante. Asustante.
En el Cajón del Maipo hay plantaciones de nogales y de almendros que “necesitan” fumigaciones de insecticidas altamente tóxicos. No sólo matan insectos sino también las aves y muchos mamíferos como cóndores, águilas, zorros y liebres. Las aves de presa se intoxican al comerlos y están extinguiéndose. Las aguas contaminadas ocasionan todo tipo de enfermedades y la gente que trabaja en estos cultivos tienen serios trastornos genéticos que ocasionan en sus hijos defectos severos, pero también a los demás habitantes de esta tierra. Desde que empezaron a fumigar CHILE de Norte a Sur, de la Cordillera de los Andes a la Cordillera de la Costa, para terminar con la MOSCA DE LA FRUTA, el daño de estos pesticidas sobre nuestras cabezas ha sido y es terrible. Tanto para los humanos como demás especies de la flora y fauna.
Pero el NEGOCIO está primero. Comprendo que las exportaciones de frutas son importantes y han crecido y se diversifican. También dan trabajo. Pero ¿no es posible que estos empresarios ganen un poco menos y usen pesticidas amigables con el Medio Ambiente y la población? En CHILE el control es precario y hay tóxicos prohibidos en el mundo civilizado y vendido aquí y comprado por los VIVOS de siempre con absoluto desprecio por el prójimo. Lo paradojal que ELLOS también mueren de cánceres y otras pandemias. Antes vivíamos menos pero vivíamos. Hoy agonizamos más tiempo. Esta no es vida.
Entendemos que estas medidas deben partir de las grandes potencias que las producen y que en algunas mínimas medidas tratan de paliarlas, pero que nuestras autoridades sean sordas y mudas a controlar que pesticidas se usan, ya sea por desidia o intereses creados, es preocupante.
La TIERRA está cansada de nosotros, unos bichos inconscientes llamados humanos que queremos destruirla y destruirnos con ella. Sólo nos queda la ESPERANZA.
San José de Maipo, 11 de Febrero de 2019. Juan Carlos Edwards Vergara