En su prestigioso medio se publicó el día 14 de febrero una columna titulada «ESCUELA DE ARTES MARCIALES QUE IMPARTE CLASES AL LADO DE LA COMISARÍA Y A METROS DE LA MUNICIPALIDAD, NO PAGA PATENTE COMERCIAL». Las personas jurídicas sin fines de lucro que realicen acciones deportivas no profesionales y de promoción de intereses comunitarios están exentas del pago de la contribución de la patente municipal. Esto en mi interpretación se establece en el artículo 27 del decreto ley núm. 3.063 del 1979 sobre rentas municipales.
Que opere una escuela de defensa personal bajo el paraguas y en las instalaciones del Centro Cultural Werquen (Casa de la Juventud), lejos de ir en contra del espíritu de esta organización, va alineado con sus objetivos. ¿Acaso el deporte no le enseña disciplina y valores a la juventud? ¿No es el deporte una vía de escape para los suicidios? Si no se pudiera remunerar el trabajo de organizaciones que se definen sin fines de lucro difícilmente se podría pagar los sueldos a los trabajadores de fundación Las Rozas, remunerar el servicio de los árbitros de futbol en nuestra comuna, contar con profesores en instituciones como DUOC o INACAP, entregar una donación en cualquier culto local para que el padre o pastor pueda vivir y hacer beneficencia. De hecho su misma columna habla que en el inicio del centro se impartieron talles de bajo costo.
Si me doy el tiempo para enviar a esta carta es porque conozco a Andrés Zavala hace más de 20 años. Lo conocí en la Revista Dedal de Oro donde él trabajaba como voluntario. También he visto el arduo trabajo de recuperación patrimonial del que Andrés ha sido parte en el proyecto Ave Fénix.
Ojalá la comunidad pueda apoyar iniciativas que alejan a nuestra juventud de las drogas y del suicidio. Quizás esta columna sea una oportunidad para que la comunidad se acerque a la Casa de la Juventud y pueda aprender, como lo hice yo al redactar la carta, que en la Casa de la Juventud también se realizan más talleres como, por ejemplo: yoga, biodanza, dance hall, etc. Andrés se encarga de la coordinación de los talleres, la mantención de la sala, pago de las cuentas de agua, luz y compra de útiles de aseo. La sala se facilita constantemente para reuniones de otras agrupaciones, capacitaciones de FOSIS, y de consultoras que lo soliciten.
Federico Wünsch