Negarse y poner como escusa un acuerdo con la administración comunal anterior para escudarse y cobrar $137.000.000 para conectar los servicios a una pequeña parte de la población, podría ser la guinda de la torta que colme la paciencia de los cajoninos/as .
En los años 1960, sonaba fuerte: “Ante la prepotencia del dinero, acción revolucionaria”. Si bien es cierto que están lejos los años 60, no deja de ser menos cierto que el “estallido social” está a la vuelta de la esquina, por lo que hay que preguntarse: ¿Qué pretende Aguas Andinas? ¿Colmar la paciencia de los cajoninos/as como para que comiencen a hacerles la vida imposible? Porque esa es una buena medida para que la empresa respete los principios básicos de retribuir lo que obtiene de un lugar para beneficio de sus accionistas.
Claramente lo menciona el diario Cajón del Maipo al día en un artículo publicado el año pasado: “Explota las fuentes de agua para surtir al 75% de la población de Santiago, obteniendo suculentas ganancias”, a estas ganancia hay que agregarle las que obtiene por “prestarle” el agua a Alto Maipo para hacer funcionar las turbinas antes potabilizarlas . En una palabra, se da el lujo de negociar con el peor enemigo del medio ambiente de la zona: ALTO MAIPO, y descaradamente cobra por alimentar de agua a una pequeña parte de esta comuna.
Como reza el título de esta nota , basta de complacencia con esta empresa y exigirle, en aras de una buena convivencia, que otorgue gratuidad paras las familias vulnerables y bajo costo para los demás-
Tarea para los candidatos y para los vecinos quienes deben reclamar por sus derechos.
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