(por Zeus)
Emulando la canción “Antofagasta dormida, despierta…”, bien podríamos entonar una versión propia para nuestra comuna, porque no cabe duda: Cajón del Maipo está dormido.
Todos se quejan, sí. Pero cuando llega la hora de actuar, reina el silencio. Se convocó a una consulta ciudadana para decidir cómo invertir los escasos fondos entregados por Alto Maipo, y solo votaron unos pocos.
Cuando la Junta de Vecinos cita a reunión, la asistencia es paupérrima. Se reclama por los arriendos ilegales de viviendas sociales o por quienes las han obtenido sin merecerlo, pero nadie se atreve a denunciar. Se habla de la inseguridad creciente, pero pocos están dispuestos a involucrarse.
Hace poco, este medio puso sobre la mesa lo peligroso que resulta estacionar en las calles Volcán y Comercio —las principales vías de entrada y salida—, pero una vecina se fijó más en una foto publicada por error que en el fondo del problema. Lo mismo hicieron varios comentaristas: opinaron de todo, menos del tema central.
La publicación tuvo una altísima visualización y más de 40 personas marcaron “Me gusta”, pero ninguna comentó si se debería o no permitir estacionar en esas calles.
Queremos creer que los cajoninos y cajoninas simplemente están dormidos, y no que hayan perdido el interés por su comuna. Peor aún sería pensar que han perdido la capacidad de asombro, porque si fuera así, solo nos quedaría recurrir a la patrona del pueblo: la Virgen del Carmen.