El desafío de una comuna rural y turística frente al colapso de urgencias
Una crisis que nos afecta a todos y todas.
En San José de Maipo, la situación en el servicio de urgencia es insostenible. La escasez de camillas, de box de atención, el agotamiento físico y mental del personal, y la falta de recursos humanos y materiales, están llevando al colapso a un sistema de salud que, a duras penas, logra atender a la población. Sin embargo, lo más alarmante no es solo la falta de insumos; es el escaso apoyo emocional que se le brinda a los trabajadores de la salud, que deben hacer malabares para atender a una población que claramente ha crecido y especialmente durante la temporada estival.
San José de Maipo, una comuna que recibe miles de turistas, enfrenta un doble desafío: la creciente población flotante, que agrava el caos en las calles y en la atención de urgencias, y el hecho de que nuestros propios vecinos y vecinas, que también en varios casos son trabajadores del sistema de salud, se ven arrastrados a una espiral de estrés y presión, mientras luchan por hacer frente a la crisis y que además de retorno a sus hogares son cuidadores y cuidadoras.
La escena en la urgencia de la comuna es desgarradora. Pacientes esperando por horas en sillas de ruedas, buscando espacio para ser atendidos en una sala que no da abasto. La dignidad humana queda al margen cuando las horas se convierten en interminables y las condiciones para ser atendido son cada vez más precarias. ¿Cómo podemos permitir que nuestros vecinos y vecinas, tanto los residentes como los turistas, reciban atención en condiciones tan indignas?
La situación se agrava aún más cuando la falta de ambulancias se convierte en un factor de riesgo. Aunque recientemente se ha entregado una ambulancia a la Corporación de Salud, no es suficiente. Es fundamental que este recurso esté disponible, especialmente durante los fines de semana y feriados, cuando la demanda de atención aumenta considerablemente debido a la población flotante que visita la comuna y aumentar la dotación de estas.
Las y los trabajadores de la salud, en su mayoría nuestros propios vecinos y vecinas, se ven obligados a lidiar con esta carga inmensa, a menudo sin el apoyo necesario. El agotamiento físico y emocional es una constante, y el personal se encuentra en una situación límite, luchando por mantener la calidad de la atención a pesar de las precarias condiciones laborales.
Es incomprensible que sean los gremios y los funcionarios de salud quienes tengan que movilizarse para exigir mejores condiciones laborales, más recursos y más especialistas. ¿Por qué el estado no toma la iniciativa? ¿Por qué no se priorizan soluciones inmediatas para evitar que la salud de nuestra población se siga viendo comprometida por la falta de infraestructura y personal adecuado? Los trabajadores de la salud deberían poder enfocarse en su labor sin tener que cargar con esta carga adicional.
Ante esta crisis, la pregunta es clara: ¿dónde están las autoridades de la salud, el servicio Suroriente, autoridades locales, regionales y distritales? ¿Por qué no alzan la voz y visibilizan estas situaciones? ¿Dónde están las soluciones cuando más se necesitan? La falta de gestión y la inacción ante la creciente demanda de atención médica en la urgencia en nuestra comuna es inaceptable.
El día de ayer, se registraron cinco accidentes en nuestra comuna, y lamentablemente, una menor de edad y su madre perdieron la vida. Este hecho es un claro reflejo de la dramática realidad que enfrentamos los fines de semana. ¿Cómo es posible que, en medio de una emergencia, no tengamos la infraestructura suficiente ni la cantidad de médicos necesarios para atender a los pacientes? La saturación del sistema de salud no solo es un inconveniente, es una cuestión de vida o muerte. ¿Qué esperamos para aumentar la capacidad de atención, mejorar los espacios y asegurar que nuestros médicos y personal de salud cuenten con los recursos para hacer frente a la demanda? ¿Vamos a seguir permitiendo que la falta de inversión y la falta de respuesta por parte de las autoridades pongan en riesgo la vida de nuestra gente?
Es urgente que las autoridades del Servicio de Salud Sur Oriente, el ministerio de salud, gobierno regional y local, así como los parlamentarios, actúen de manera inmediata. Ya no es suficiente con promesas vacías: necesitamos una solución urgente a esta crisis que afecta a todos los habitantes de San José de Maipo. La salud es un derecho, y no podemos seguir esperando.
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