Con tono autoritario, la concejala Carmen Gloria Iracábal, en el consejo de viernes 17, le llamó enológicamente la atención al concejal Fernández por entenderse con el director de educación y no con el secretario general, Cristian López, nominado en ese cargo por la influencia del concejal Luis Vargas y, seguramente, de ella. El director de educación, David Cabeza, fue nombrado libremente y sin influencia de nadie, ni obedeciendo a pactos políticos, por el alcalde, don Roberto Pérez Catalán. Nombramiento muy acertado, según los comentarios de las bases educacionales, por su buen criterio y vocación de servicio. Es lamentable que la concejala Ircábal, veladamente, esté bajando el perfil de este funcionario con el fin de destacar a un funcionario elegido políticamente por su partido que no cumple con las condiciones necesarias para dirigir una corporación educacional. Pero lo más reprochable, fue el tono con el que se dirigió a su colega Mario Fernández: “Le pido que pueda hacer una reunión formal a través de correo electrónico dirigido al secretario… al secretario..” Co haciendo sentir el peso de su autoridad, para que cumpla fielmente su mandato.
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LAS EXPECTATIVAS
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