Las recientes denuncias publicadas por el diario digital “Cajón del Maipo al Día”, han puesto en evidencia una serie de irregularidades dentro del Cuerpo de Bomberos de San José de Maipo. Sin embargo, según los reglamentos internos de Bomberos de Chile, los cuerpos locales son entidades autónomas, lo que implica que cualquier denuncia debe ser tratada exclusivamente por la máxima autoridad local de la institución, en este caso, el superintendente Juan Flores Cuevas.
Las denuncias expuestas incluyen casos de consumo de alcohol en los cuarteles, hostigamiento contra mujeres y la falta de seguros de accidentes del trabajo para el personal rentado, como lo son los cuarteleros, secretarias y operadoras telefónicas. Entre los casos más graves se encuentra el testimonio de una joven voluntaria de 19 años, identificada como “NN”, quien acusó al actual teniente tercero de la Primera Compañía, Jorge Espinoza, de acoso sexual y abuso de poder. Según su relato, Espinoza, un voluntario honorario de 54 años, habría cometido reiteradas acciones inapropiadas que la llevaron a renunciar a la institución.
En respuesta a estas denuncias, la Junta Nacional de Bomberos de Chile ha reafirmado la autonomía de los cuerpos locales, dejando en claro que la responsabilidad de investigar y sancionar estos hechos recae en el propio Cuerpo de Bomberos de San José de Maipo. No obstante, el caso de “NN” llegó a manos de la Comisión Especial de Equidad de Género de Bomberos de Chile, lo que sugiere una posible intervención a nivel nacional si se confirman los hechos denunciados.
Por otro lado, el superintendente Juan Flores Cuevas ha evitado emitir declaraciones profundas sobre el tema, argumentando que el caso aún se encuentra en proceso administrativo. Sin embargo, existen antecedentes de su presunto consumo de alcohol en eventos oficiales y su uso indebido de vehículos institucionales, lo que ha generado críticas adicionales sobre su gestión.
En medio de la controversia, algunos sectores exigen medidas más estrictas para garantizar la transparencia y la ética dentro de la institución, incluyendo pruebas antidrogas para los voluntarios y sanciones ejemplares para quienes abusen de su autoridad. Mientras tanto, otros defensores de la institución buscan diferenciar la labor de los bomberos comprometidos de aquellos que han sido acusados de faltas graves.
Las denuncias han generado una polarización en la comunidad, reflejando no solo la preocupación por la integridad del Cuerpo de Bomberos de San José de Maipo, sino también el debate sobre la necesidad de reformar las estructuras de fiscalización dentro de estas organizaciones autónomas. Al no existir entes superiores a los superintendentes, no hay instancia a la cual apelar un fallo emitido por los mismos denunciados. Por lo tanto, es altamente probable que las denuncias publicadas por este medio no tengan mayor recorrido y queden limitadas a este nivel, siendo solo sugerible apelar a los buenos oficios del municipio, como representante de la comunidad.