(por Zeus)
El actual director de Desarrollo Comunitario (Dideco) de Quilpué, Cristián Fritz Machuca, vuelve a estar en la mira. Esta vez no por su desempeño en la ciudad de la Región de Valparaíso, sino por su controvertido historial en San José de Maipo, donde ocupó el mismo cargo entre 2016 y 2021, durante la cuestionada administración del exalcalde Luis Pezoa Álvarez, hoy inhabilitado para ejercer cargos públicos.
Un informe reciente reflotó un dato incómodo: más de 11 millones de pesos que Fritz no habría rendido durante su paso por la comuna cordillerana. Este antecedente, contenido en la resolución del Tribunal Electoral Regional (TER) que sancionó a Pezoa en 2023, apunta directamente a la falta de control sobre los recursos municipales y la ausencia de fiscalización a los funcionarios de confianza. El tema no quedó sepultado.
En una sesión ordinaria del concejo municipal de San José de Maipo, el concejal Anthony Prior, exigió un informe a la unidad de control sobre los exfuncionarios con rendiciones pendientes, emplazando al alcalde actual a iniciar acciones para recuperar los fondos no justificados.
A pesar de la gravedad del caso, Cristián Fritz, también presidente comunal de Renovación Nacional en San José de Maipo, no enfrenta hasta ahora ningún proceso administrativo ni judicial. Desde la Municipalidad de Quilpué, el administrador municipal Patricio Herrera defendió su nombramiento: “Estamos sorprendidos por el intento constante de desvirtuar la gestión que venimos realizando desde el primer día que asumimos, donde hemos dado señales claras de probidad y transparencia”.
¿Pero cómo se interpreta la probidad cuando hay cifras millonarias sin justificar y ninguna sanción concreta? ¿Qué señal se entrega al ciudadano común que sí responde por cada peso? Las preguntas quedan en el aire. Lo concreto es que los fantasmas del pasado siguen rondando a la política local, incluso cuando cambian de comuna.