El alcalde, en una muy buena determinación, contrató cuatro inspectores para ordenar la comuna.
“No es a raja tabla venir y castigar y sancionar al pueblo, hay que aplicar criterio”. Más adelante el edil manifestó que estos inspectores los había solicitado la comunidad y él solo cumplía con lo solicitado.
Es vox póulis que la comuna está muy desordenada, cada cual pone unos conos o los contenedores de basura y aseguran estacionamiento, como así mismo, más que nada losvisitantes, se estacionan donde les da la gana.Lo peor, y que priva al municipio de justos ingresos, es que el que quiere anunciar su negocio llega e instala grandes letreros sin pagar un centavo.
Los areneros llenan sus bolsillos ante las narices de toda la comunidad sin importarles que los niños de las escuelas no cuentan con los más mínimos elementos de higiene, que los profesores están con sus cotizaciones impagas…no, no les importa nada mientras puedan hacer lo que quieran en el río Maipo.
Bueno, ahora con estos expertos inspectores, se podrá comenzar a “recuperar la comuna” y la responsabilidad recae en el jefe de inspección, Felipe Armijo.